domingo, 27 de marzo de 2016

#1 Venus de Willendorf



User:MatthiasKabel para wikicommons
2007
Ubicación: Museo de Historia Natural (Viena)
Fecha: aprox. 20 000 – 22 000 a. C. (en la página web del Museo la datan 29 500 a. C., pero bueno "en tratándose" de arte prehistórico qué son unos miles de años arriba o abajo)
Estilo: Arte prehistórico



Un homenaje a nuestra infinita capacidad de supervivencia como especie.

Empiezo esta lista con una de las "piezas artísticas" más antiguas, la llamada Venus de Willendorf. El que reciba ese nombre no significa que sea una diosa, ni un ideal de belleza prehistórico. Hay bastantes figuritas de este tipo que se encuentran por casi toda Europa (de Francia a Siberia), pero nadie sabe seguro lo que es: puede representar una diosa (la Diosa madre primigenia), sí, pero también ser un amuleto, un objeto votivo,…

Lo que queda claro es que era un objeto que llevaban consigo los hombres primitivos, nómadas, y que se relaciona con la fertilidad, bien de la tierra bien de la humanidad.

En la cabeza parece llevar un gorro, o un peinado de trenzas, o quizá sean rizos. Tiene exagerado el tamaño de los pechos, el vientre, el trasero, los muslos. En cambio, los bracicos son pequeños y se doblan por encima de los pechos, y las piernas, de rodilla para abajo, también son poca cosa.

Se le llama esteatopigia, por aquello de la grasa acumulada en las nalgas. Siempre que veo este tipo de imagen, pienso en que somos mutantes supervivientes. La Humanidad ha pasado hambre la mayor parte de nuestra historia. Se comía poco, lo que se recolectaba o piezas pequeñitas de caza o pesca. Sólo cuando se abatía o se encontraba una pieza grande, se daban el atracón, por eso lo importante era que se conservaran bien los nutrientes en nuestro cuerpo, para ir tirando poco a poco de reservas.

Los genes que pasaron a la siguiente generación fueron aquellos que consiguieron almacenar con mayor eficacia el alimento, en forma de grasa. Esta capacidad de acumular el exceso en forma de grasa es lo que nos salvó de la extinción en época de hambrunas. Por eso se puede hacer huelga de hambre durante semanas o meses sin irreparables daños corporales.

Sólo en el último medio siglo, y únicamente en parte de Occidente (recordemos, en España, en la posguerra, se pasó hambre, mucha, ¡qué olvidadizos somos!), se empezó a tener más comida que hambre. Lo que nos permitió sobrevivir como especie ahora contribuye a problemas cardiovasculares. Pero no le echemos la culpa a esta prodigiosa habilidad de nuestro cuerpo, sino más bien a nuestro sedentarismo.

Para saber un poco más de esta pieza, como siempre, tenemos la wikipedia y en la página ArteHistoria hay un artículo sobre las venus prehistóricas. Dejo también enlace al Museo de Historia Natural de Viena, en inglés.

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