martes, 29 de marzo de 2016

#10 Eugenio Oneguin


Duelo de Eugenio Oneguin y Vladímir Lenski, por Iliá Repin
(acuarela, 1899, Museo Pushkin)
[Dominio público], vía Wikimedia Commons



Евгений Онегин, Yevgueni Oneguin

Estreno: Moscú, 29 de marzo de 1879
Compositor: P. I. Chaikovski
Libreto en ruso: Konstantín Shilovski y Modest Chaikovski



Tal día como hoy se estrenó, en el Teatro Maliy, y con estudiantes del Conservatorio, ésta que es la ópera rusa más popular.

Aunque sabía que Chaikovski había compuesto óperas, no descubrí esta hasta que oí una grabación del aria de Lenski (Kuda, kuda…) por el tenor sueco Nicolai Gedda.

Terriblemente melancólica y romántica, el tenor la canta justo antes de batirse en duelo con su mejor amigo. Empieza con el clásico tema del Ubi sunt?, “¿dónde quedaron los dorados días de mi juventud?” Y luego se pregunta quién lo recordará cuando se muera.

Acto I: Lenski llega a casa de su novia, en el campo, acompañado por su amigo Oneguin. A éste no le llama la atención Olga, sino su hermana Tatiana, joven y romántica, que sueña con amores como los de los libros. Tatiana reconoce al instante en Oneguin el hombre soñado. En una noche febril, le escribe una carta apasionada a la que él responderá, al día siguiente, sobradete: sí, muy bien, si yo fuera de los que se casan, tú serías mi elección, pero yo soy un héroe romántico que busca la vida, la libertad, la aventura,… otra cosa. Y además, en cualquier caso, me olvidarás.

Tatiana queda avergonzada y chasqueada.

Acto II: Un baile en el curso del cual Oneguin tontea con Olga, la novia de su amigo, hasta llegar al punto de que este, celoso, lo desafía en duelo. Dado que la ópera se titula Eugenio Oneguin y no Lenski, comprenderéis quién muere y quién sobrevive.

Acto III: Fast foward varios años. Tatiana se ha casado con un príncipe ya madurito. Es una mujer espléndida que se mueve majestuosamente por los salones de la nobleza. Oneguin, que ha viajado por el mundo, no es más feliz ahora que cuando se fue. Al ver la impresionante dama en la que se ha convertido aquella muchachita del campo, decide que está enamorado de ella.

Tatiana, muy madura y digna, reconoce que le sigue amando, pero que cumplirá los votos que hizo al casarse.

Oneguin queda solo, dándose cuenta de que tuvo la felicidad en la mano y lo echó a perder.

Es una ópera de estilo totalmente occidental, relativamente breve (unas dos horas y media). De los diversos momentos, me quedo con la Kuda, kuda vi udalilis de Lenski, pero también con la escena de la carta de Tatiana en el primer acto: Puskai pogibnu ya, no pryezhde.

Para saber más: consúltese la Wikipedia, el libreto en ruso-español en Kareol y un ejemplo, Kuda Kuda cantado por Gedda que encontré por You Tube.

En Kareol tenéis también tres grabaciones de referencia. Por destacar una, recomendaría la de Jaikin para Legato / Melodiya (1956), con Galina Vishenevskaia, Larisa Avdeieva, Evgeni Belov, Sergei Lemeshev, Ivan Petrov, así como el coro y orquesta del Teatro Bolshói. Pero ya sabemos que esto depende mucho del gusto de cada uno.

P. D. La historia de Eugenio Oneguin la podéis leer en el poema original de Pushkin (Cátedra tiene edición bilingüe asequible), en esta ópera, o la película que hizo en 1998  Martha Fiennes. Para mi, Oneguin y Tatiana tendrán por siempre los rostros de Ralph Fiennes y Liv Tyler.

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