viernes, 21 de abril de 2017

#7 El señor de los anillos


Booket, septiembre de 2012
© Editorial Planeta, S.A. 1977, 2012



Lord of the Rings
Autor: J. R. R. Tolkien
Año: 1954, 1955
Género: Novela
Edad: juvenil



¿Por qué cualquiera, incluidos los letraheridos, deberían leer esta trilogía?

Porque es muy buena, sencillamente.

El señor de los anillos, como sus predecesoras hasta la fecha en esta particular lista infanto-juvenil podría haberla incluido, con igual derecho, entre las cien mejores novelas y entre las cien obras maestras de la literatura universal. Es, de hecho, la última obra que merecería esas tres distinciones. Y es reseñable que haya logrado esto siendo una novela de género, en concreto de la fantasía épica, y no ficción literaria.

Pero la presento como séptima en esta lista de clásicos de la literatura infantil y juvenil.

Me parece difícil que haya alguien por ahí que todavía no conozca esta trilogía, si tenemos en cuenta en los millones de lectores de los libros (más de 150 millones de copias vendidas) y espectadores de las películas (2,9 millones de entradas vendidas).

Por si hay algún despistado, lo resumiré con la ayuda de la wikipedia. El título de la novela se refiere al principal antagonista de la historia, el Señor Oscuro Sauron, que en una época anterior creó el Anillo Único para gobernar los Anillos de Poder como el arma definitiva en su campaña para conquistar toda la Tierra Media.

La historia comienza apaciblemente en la Comarca, tierra de los hobbits, pero luego recorre la Tierra Media, de mano de sus personajes principales: cuatro hobbits (Frodo Bolsón, Sansagaz, Merry y Pipin), dos hombres (Aragorn y Boromir), el enano Gimli, el elfo Legolas y el mago Gandalf. El argumento principal es el viaje hacia la destrucción del Anillo Único que ha llegado a manos de Frodo. Pero, paralela a esta historia, al viaje de Frodo, se desarrolla la guerra del señor oscuro, una lucha épica entre el Bien y el Mal.

Por razones de economía, El señor de los anillos se publicó en tres volúmenes a lo largo de un año, desde el 29 de julio de 1954 hasta el 20 de octubre de 1955: La Comunidad del anillo, Las dos torres y El retorno del rey. Cada uno de ellos se divide en dos libros, con una serie de apéndices al final.

Desde el punto de vista formal, es un prodigio de world-building, quizá el más acabado de la historia de la Literatura. Tolkien puso en pie todo un mundo, con su geografía y su historia, sus diferentes razas, su literatura y sus armas, sus construcciones y su ideología. Hasta le dio por inventarse idiomas. Sus fuentes son muy obvias, la épica nórdica medieval (a poca poesía anglosajona que hayas leído, lo ves claro, basta pensar en el Beowulfo), pero sabe ir más allá de las fuentes antiguas y recrear un mundo nuevo, diferente, mitológico, con una gran coherencia interna.

Leo en la wikipedia que también fue una exploración de los intereses del autor en la religión, particularmente el catolicismo romano, aunque he de reconocer que yo esa parte no la veo demasiado, salvo en el permanente sentimiento de culpa de Frodo cuando realmente él no ha hecho nada de lo que avergonzarse. Pero bueno, esto lo saben mejor quienes estudian la obra, yo sólo cuento lo que me parece a mí como lectora.

Y en este sentido, me gustaría señalar que estas novelas se pueden leer como mero entretenimiento, como pura aventura, y resultan muy entretenidas, sin necesidad de más. Por eso es tan apta para un público juvenil.

Ciertamente, admite lecturas más profundas. Por un lado, respecto a la época histórica que le tocó vivir. Al parecer, Tolkien bebió de sus experiencias en la Primera Guerra Mundial, sin embargo a mí este mundo tan sombrío me recuerda más al inmediato antecedente de la Segunda Guerra Mundial. Es fácil comprender lo que debían sentir en el Reino Unido ante la visión de Hitler expandiéndose por toda Europa con muy poquita resistencia: sólo hay que ver cómo te describen a un Sauron de poder prácticamente omnímodo lanzando a sus crueles ejércitos, incluidos los siniestros orcos de Mordor, contra toda la Tierra Media.

Y si rascas más, ves una clara lucha del Bien contra el Mal, en el que no caben dudas ni medias tintas ni debilidades. Aquí no hay personajes grises o ambiguos, ni comprensión o explicación o tolerancia hacia el otro. Los que son débiles, atraídos por el Anillo o el poder de Sauron, acaban pereciendo. Es el castigo: ante el mal absoluto, cualquier duda es un crimen. Algunas de las críticas que se le ha hecho a la novela van por ahí, su maniqueísmo y ciertos aspectos que te pueden hacer pensar en una ideología fascista o racista subyacente. Sin embargo, no es ese el "pero" que yo le pondría a la trilogía: para mi su principal defecto es la escasa relevancia de los personajes femeninos, simples presencias bellas o inspiradoras. Pero, por lo demás, prefiero ver el sentido de la historia de otra forma. Aunque la inmensa mayoría de las veces las cosas tienen su porqué y el ser humano vive en el gris permanente, también es cierto que no todo vale ni todo es relativo. Porque algunas veces, el mal absoluto existe. Hay situaciones tan terribles, tan crueles, tan inhumanas, que todos los seres humanos tienen la obligación de resistir a la tentación, ser fuertes, leales y heroicos.

Esta novela, simplemente, personifica o te da el modelo de ser esforzado incluso cuando todas las apuestas están en contra. Haz lo que debes.

En resumen, una obra imprescindible en cualquier biblioteca, y no sólo entre los jóvenes a los que se supone que va destinada.

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